Desmotivado

Imaginate m'hijo

May 2, 2019

Durante el año que ya terminaba,
Raimundo Maipú se había emborrachado
cuatro o cinco veces, sin haber tenido
un motivo para hacerlo.
Había hecho un curso de diseño,
sin haber tenido un motivo para hacerlo.
Había discutido con su esposa, sin haber tenido,
sin haber tenido un motivo para hacerlo.
Había mirado tele sin haber tenido un motivo para hacerlo.
Había actualizado su computadora,
sin un motivo para hacerlo.
Había adelgazado cuatro quilos,
gritado treinta goles,
sin motivo para hacerlo.
Y ahora que a la ventana se arrima,
desde esa oficina del piso veintiuno
se oye que Raimundo dice que se tira
y se tiró nomas de prima.
Muchos dijeron que estaba aburrido,
Raimundo Maipú, y otros han defendido
que esa forma de vivir no le cuadraba
y se había dado por vencido.
Nadie sospechó que, como tantas otras veces,
él había actuado, y volvería a hacerlo,
sin tener, y sin haber tenido
un motivo para hacerlo.