En su manera de ir o de venir,
En su ambición, su visión del porvenir,
En el consumo, en la moda, en los estadios,
como en la televisión, como en las radios,
Acá cerquita, o en tierra más remota,
La gente está cada día más idiota.
En secundaria o en la universidad,
En aislamiento y también en sociedad,
En la política o en el descreimiento,
En la pasión, en la fe o el desaliento,
En el terruño o en plan cosmopolita,
La gente está cada día más bobita.
En el consenso o en la diversidad,
En la protesta o en la conformidad,
En la salud, la demencia o la locura,
En artes plásticas o en literatura,
Independiente o institucionalizada,
La gente está cada día más tarada.
Que pise tierra o navegue en internet,
Que coma mierda o la vaya de gourmet,
Que se divorcie o cultive el matrimonio,
Que crea en Dios o se incline ante el demonio,
En la discordia o en camaradería,
La gente está más boluda cada día.
En cualquier parte que mires o en que estés
se globalizan la trivia y la sandez,
La estupidez se consagra como norma,
Pero nosotros zafamos de la horma
Y a diferencia del resto de la gente,
estamos cada vez más inteligentes.