El crepitar de la pinocha en la senda que da
Al garage de lo de tu cuñada por parte del padre
Me pone nervioso y todo parece materia de interlocución.
El palpitar que la glorieta del parque Rodó
Instauró en su concomitancia me saca de quicio
Y un coro de subnormales me brinda en silencio su apoyo moral.
¿Por qué será que ya te vas a la ferretería?
A buscar aguarrás, si el plumero no canta más.
Aguarrás, si el plumero no canta más.
El tremolar de los papeles que sabe guardar
El placard que por tu cumpleaños te hicieron comprarte
Me saca de la camilla donde una gestora me quiere atenuar.
El intentar desperezarme del viento precoz
Que la tos refuta cuando el sol atraviesa el poniente
Me borra los expedientes y un coro de prótesis me dice que no.
¿Por qué será que ya te vas a la ferretería?
A buscar aguarrás, si el pulpero no canta jazz.
Aguarrás, si el pulpero no canta jazz.