Espalda a espalda con la luna,
mirando siempre hacia lo oscuro.
Aunque nosotros no lo vemos,
en ese lado vive el luno.
El luno piensa que es muy feo,
y a dar su cara no se atreve.
Sólo se asoma en los eclipses
o cuando en la tierra llueve.
El luno flota en el espacio,
moja sus patas en llovizna.
La vía lactea lo alimenta
Y su cama es de estrellitas.
Miman al luno las estrellas.
Van y le soplan el flequillo.
Y con la cola de un cometa,
limpian su cara de aerolitos.
Pregunten a sus astronautas
si en las galaxias no lo han visto.
Quizás lo vieron y no cuentan
porque el luno lo ha pedido.
Hay otra agua bajo el agua.
Hay otro cielo sobre el cielo.
Las cosas tienen dos costados
y los dos son verdaderos.
La luna como la moneda,
tiene dos caras, y una vemos.
En la otra duerme el luno,
cuando nosotros le cantemos.