Vengan a mí todos los que quieran
todos los que puedan
por un afluente ir a mi torrente
sanguineo con esta invitación
porque hoy hay fiesta en mi corazón.
Hasta los microbios están invitados
si tienen cuidado de ir acompañados
de anti cuerpos adecuados para la ocasión
porque hoy hay fiesta en mi corazón.
Hoy hay fiesta en mi corazón
y es facil la dirección
porque, aunque no esté la guía,
figura en todos los manuales de anatomía,
y se puede también llegar preguntando.
Si no quedan dudas,
ya pueden ir enfilando hacia mi corazón.
Pueden traer, Dios se los permita,
una botellita de algún medicamento,
para darle al corazón
algo como para resistir tanta emoción,
o glóbulos de todos colores,
y en todo caso, un marcapaso
que venga con ritmo de cumbia,
chamamé, baión, candombe, cueca o milongón,
al baile de mi corazón.