Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
¿Por dónde andabas? ¿Con quien estabas? ¿Y qué hacías allí?
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Tuve que pagar mucho dinero
para averiguar tu paradero,
mi unicornio azul, por fin te encontré.
Las flores que dejaste no me decían
por donde te rajaste ni si algún día
por ellas volverías a mi casa, ¡desagradecido!
Te fuiste sin decir si vendrías a cenar.
Mi unicornio azul, por fin te encontré
¿Qué te hago de comer? ¿Querés café?
Contame cómo te fue. ¿Por dónde andabas? ¿Con quien estabas?
¿Y qué hacías con él? ¿Por qué no estabas aquí?
¿Con quien andabas allí? Yo te esperaba aquí,
pedazo de hipopótamo pintado
con un cuerno regalado que de lejos se te ve,
y por eso al fin te encontré,
mi catalejo te vio de lejos,
y yo perplejo te veía el entrecejo
oscurecido por la sombra de tu cuerno desparejo.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Algunos se preguntan por qué sos azul,
muy pocos se preguntan por qué, siendo azul, sos un unicornio,
mi unicornio azul. No se que hacer contigo,
mi unicornio azul, no se que hacer contigo:
si ponerte en penitencia o de pronto
marcarte en el carné una inasistencia.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Solo que no comprendo por qué estas verde.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
No me dijiste a donde fuiste.
Podría torturarte para obligarte a confesarte
pero no, porque yo no estoy de acuerdo con la tortura.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Mi unicornio azul, por fin te encontré.
Ahora tengo algo para mostrarles
a mis amigas: mi unicornio azul;
ahora mis amigos ya no pueden decir que soy un mentiroso.
Los voy a llamar y les voy a decir
que vengan a mirar cómo era cierto
que en el fondo de mi casa hay un unicornio azul.
Que sos vos. Mi unicornio marrón,
mi unicornio gris, mi unicornio carbón,
amarillo, bordó, turquesa, lila, verde luz.