Cuando veo la inflación
partir el corazón de los trabajadores,
cuando siento por doquier
al pueblo padecer, la veo colorada.
Cuando no puedo pagar
la luz y el alquiler, presiento un rosicler.
Un resplandor de vivo color.
Y sale un sol color colorado.
Que desastrosa enfermedad
tener que ver la realidad
con el color que Dios le dio
y Sanguinetti retocó.
Cuando siento confusión
porque la oposición jamás consigue nada,
cuando el veto compadrón
destruye la ilusión en toda sus bancadas.
Cuando escucho recitar
el verso militar, yo pierdo la noción
de lo que es verde y lo que es bermellón.
Todo es lo mismo, y no es daltonismo.