Cuento relatado mientras suena La Sonata Claro de Luna de Ludvig Van Beethoven con un poco de la Serenata de Franz Schubert
Yo les decía, ¿se acuerdan?.
Yo les decía y tenía razón, hace cinco años, cuando les decía que Noticias iba a ser la mejor revista del país. Porque en esa época no era, claro. Pero yo sabía que IBA a ser.
En esa época era bastante mala, yo nunca la compraba.
Yo en esa época compraba Condorito. Era mucho mejor. Hasta Coné, la revista esa del sobrino de Condorito, era mejor. Y sigue siendo muy buena. Donde se descuiden los de Noticias, te digo que Coné… le puede salir al cruce en cualquier momento.
Igual que Caras, la fama y el dinero juntos. Yo tenía fama y dinero, pero el problema es que no los tenía juntos. Por eso fracasé. Porque tenía mucho dinero y además tenía fama, fama de ladrón, tenía. Y la fortuna no me duró mucho. Me duró poco.
Me compré un yate y organicé una fiesta de quince. De quince millones de dólares. Invité a quince personas: un millón de dólares a cada una, les di. Y no se quisieron quedar ni a bailar una pieza. Me sobró casi toda la comida. Al final terminé convidando a los músicos de la orquesta.
El del clarinete, sobre todo, comió bastante, pero el problema es que él comía en si bemol, entonces en vez de llevarse la comida a la boca él se la llevaba un tono más arriba, se la metía en la nariz.
El del corno también, era medio raro, el comía por el corno. Y lo demás también, él todo lo hacía por el corno. Era como una parte de él.
Y la que tocaba la celesta también, estaba completamente integrada al instrumento, cuando lo tocaba era como si se tocara ella. Era casi obsceno, te diría. Se llamaba Celeste, además. Yo me enamoré de ella. Pero no me dio corte, estaba muy enroscada con el de la tuba.
Bah, él, era que la había enroscado, con la tuba. Ella no podía salir de ahí. Tenía la tuba enroscada alrededor del cuello. Más que una tuba era una boa. Una boa enorme. Ella a veces trataba de convencer al flautista para que tocara algo que la hiciera bailar, a la boa, para que aflojara un poco y ella se pudiera zafar. Pero el flautista era muy malo, tocaba tan mal que la boa en vez de aflojarse se crispaba, y la apretaba todavía más, a Celeste.
Al final la terminó estrangulando, es una historia muy triste, esta, yo… no quisiera bajonearlos, pero bueno, ahora ya está,
Ya está, ya está, ya pasó.
Ya la estranguló, ya pasó, ya pasó.
No lloren, ya la estranguló. Ya terminó. No lloren.
No lloren porque no tengo pañuelo, para darles. O digo, tengo, pero no está en buen estado porque con estos días que hizo, los cambios de temperatura, y todo eso no sé, me resfrié, me engripé. Tuve que hacer cama, incluso. Tenía fiebre. Y me vino a ver un doctor, pero no sé, no me vio, al final. Vino a mi casa, y todo, me vino a ver, pero no me vio. Se puso a mirar otras cosas, de mi casa, que quién sabe, le habrán interesado más.
Miró los muebles, miró la cocina, abrió incluso el placar de la cocina,
se puso a… a mirar este… el sartén, las ollas, el cucharón, que tengo, sí, se puso a mirar el cucharón, la espumadera… miró también el hervidor, ahí, se quedó un rato completamente inmóvil, mirando el hervidor,
parecía el cuadro ese de “Artigas en el Hervidero”.
Creo que es de Juan Manuel Blanes, ese cuadro, ¿no?. Creo que sí, no estoy seguro, no sé, pero le están dando bastante bombo, a Blanes, ahora, en Europa. Le publicaron un libro enorme de reproducciones en una de esas editoriales de arte, no se si es Taschen o… esta otra, la que publicó los dibujos de… ¿cómo era?, el pintor este… el que dibujó este… un artefacto, como una especie, como de precursor del helicóptero me parece, no sé como es qué se llama. Este… un italiano que salió en un fascículo ahí que estaba, que estaba en todos los quioscos hace un tiempo.
En ese momento me acuerdo que había también en los quioscos, estaba un especial de Batman, estaba la Para Tí, bueno estaba esa que les digo y estaba Noticias también.
Yo les decía, ¿se acuerdan?.
Yo les decía y tenía razón, hace cinco años, cuando les decía que Noticias iba a ser la mejor revista del país. Porque en esa época no era, claro. Pero yo sabía que IBA a ser.
En esa época era bastante mala, yo nunca la compraba.
Yo en esa época compraba Condorito. Era mucho mejor. Hasta Coné, la revista esa del sobrino de Condorito, era mejor. Y sigue siendo muy buena. Donde se descuiden los de Noticias, te digo que Coné… le puede salir al cruce en cualquier momento.