Si no te han compensado nunca por tu esfuerzo
más que con beneficios simples y dispersos;
si nadie más que tú admite que mereces
un premio por tus logros y por tus reveses;
si sientes que la vida no te ha sido grata
y que tienes dinero, mas te falta plata;
si sientes que tu pueblo no te da bastante
apoyo y que te vota, mas frío y distante,
hay una empresa que siempre estuvo dispuesta
a rescatarte porque sabe lo que cuesta
saltearse las barreras constitucionales
que agotan la paciencia de los capitales;
acude pronto y muéstranos ya lo que vales;
tu número de cuenta será el altar
al que con devoción iremos a ofrendar
la gratitud que algunos pretenden vestir
con nombres que el decoro impide repetir.
Si tienes jerarquía dentro del Estado
pero lo que percibes es muy limitado;
si tienes firmas en paraísos fiscales
pero de pronto te han puesto trabas legales;
si tú eres impulsivo y no has sabido nunca
medir lo que gastabas y ha quedado trunca
la concreción de tus anhelos y tus sueños,
y hasta tu honor llevaste a una casa de empeños,
hay un conglomerado empresarial dispuesto
a tener hacia ti el esperado gesto
que a tus simples ingresos de alto funcionario
o de legislador o de subsecretario
agregue un cero fraternal y solidario;
tu número de cuenta será el altar
al que con devoción iremos a ofrendar
la gratitud que algunos pretenden vestir
con nombres que el decoro impide repetir.