GLM: Señoras y señores, si me permiten sus boletos.
Deme su ticket, deme su ticket, su billetito por favor.
Su boletito señorita. Dejeme ver su numerito.
Permitame que se lo retire, si es tan amable usted señor.
Alcánceme su taloncito. Gracias. Otro por acá.
Déjenme ver cuantos me faltan. El caballero no me lo dio.
Mucho cuidado con los colados. Son un peligro nacional.
Pero si tiene su boletito, no habrá reclamo judicial.
Todo está en regla por lo que veo. Todos compraron su lugar.
Creo que la viveza criolla no tiene adeptos por aquí.
Que bueno es estar entre un grupo de gente honesta.
Gente que sabe ser temerosa, no sólamente del Señor,
sino también y sobretodo de la DGI que está por ahí,
salvaguardándonos con celo del flagelo de la evasión
que tanto ataca nuestra patria.
LM: A mí no me mire, yo mi boleto ya se lo dí a usted recién.
GLM: ¿Ya me lo dió? No lo recuerdo.
LM: Ya se lo dí, no se haga el vivo. Usted me lo agarró y lo rompió.
Y los pedazos los guardó en aquel bolsillo, yo lo vi.
GLM: Entonces muestreme un recibo,
que me demuestre que el tickecito me lo dio.
LM: Pero por Dios, si usted no nos da ningun recibo.
GLM: Ya estoy cansado de los tramposos. A vos te voy a echar de acá.
LM: Si vos me devolvés la entrada, con mucho gusto yo me voy.
GLM: Si no te vas en este momento, llamaré a seguridad.
LM: Me voy a ir, no te preocupes. Yo no preciso tus gorgoritos.
GLM: Jajaja. Como se ve que no sabés nada del Bel Canto porque mi voz,
fue cultivada muchos años por los maestros del Colón.
LM: Bueno mostrame como es la técnica de ese canto.
GLM: Hay que tener mucha paciencia para lograr la impostación.
Te voy a dar una lección si me acompañás al escenario
voy a mostrarte como se canta. Como se hace para obtener
un habil manejo del vibrato. Acompañame con el piano y vas a ver.