Mira si de repente a los reyes magos
en medio del camino hacia nuestros pagos,
se les ocurre “Que juguetes tan preciosos, tan bien hechos.
Merecen tratamientos especiales, otro tipo de provecho.”
Mira si de repente a los reyes magos…
Mirá si Baltasar o cualquiera de ellos
bajara de repente de sus camello
y recostado en una nube con libritos y muñecas,
se hiciera el que no sabe nada, el gil, el buenas noches, el babieca.
Mirá si Baltasar o cualquiera de ellos…
Mirá si arrepentidos de sus bondades,
pensaran en sus propias necesidades.
Y no contentos con hacer felices a los chiquilines,*
acapararan todos los triciclos, todos los monopatines.
Mirá si arrepentidos de sus bondades…
Si el rey mago Melchor, tan viejo y barbudo
quisiera, de repente, jugar al ludo,
o si con ojos de obsesión desenfrenada se pusiera
a darle cuerda a un monito, andar en un caballo de madera.**
Si el rey mago Melchor, tan viejo y barbudo…
Mirá si desviara los tres la vista,
una estrella distinta, personalista,
y les dijera “Reyes Magos, piensen lo que están haciendo.
No pueden regalarlo todo. Dense cuenta que se están fundiendo.”
Mirá si desviara los tres la vista…
No quiero que con esto te decepciones.
Fijate que son sólo suposiciones.
Los reyes son los padres, vos sabés. Podés dormir tranquilo
que por ahora nadie está pensando en despacharte p’al asilo.
No quiero que con esto te decepciones…
Yo sólo suponía que un seis de enero,
los reyes no trajeran ni un sonajero.
Que repentinamente enfermos de una extraña egolatría,
marcaran precios a los chiches, pusieran una juguetería.
Yo sólo suponía que un seis de enero…
En el disco Textualmente 1 dice\
- Y no contentos con prestar servicios a la pendejada, obraran por quedarse todo ellos y por no repartir nada.
** A darle como loco al joystick en un juego de autos de carrera.