Ayúdeme doctor, si puede por favor.
Me estoy volviendo cuerdo, cada día estoy peor.
Ya todo alrededor es como un gran sopor.
Ayúdeme a salir de este calambre, de este horror.
Mi máximo temor, mi peligro mayor
es que mi vida se convierta un cubito Knorr Suiza.
No puedo ni creer las cosas que hice ayer.
Primero fui al trabajo que me tiene a mal traer.
Después salí a comer. Y mas tarde al volver
a casa, miré la televisión con mi mujer.
Doctor, me siento mal. Es anti natural.
De a poco voy quedando como la gente normal.
Presiento una brutal caida vertical.
No se si es un problema de raiz estomacal.
No se si es temporal, si el proceso es gradual.
No se si tengo cura ni si se me va a crear hábito.
Doctor, ¿qué puedo hacer? No quiero padecer
esta dolencia que me aplasta y me quiere volver
aguja de tejer, y que me quiere hacer
seguir el punto en un tejido que quiero romper.
No sé que me pasó. Explíqueme doctor.
Yo era una ovejita negra y mire mi color.
Parezco un alfajor de nieve, o mejor
un charco de ese líquido que llaman corrector.
Y si hay algún manchón en mi floja ilusión
es sólamente por efecto del papel carbónico.
Ayúdeme doctor, si puede por favor.
Me estoy volviendo cuerdo, cada día estoy peor.
Ya todo alrededor es como un gran sopor.
Me siento conducido por un caño colector.
Y lo que ya es peor, el sitio es tentador.
Así que por favor, ayúdeme.
No. Mejor deje. No importa. Estoy bien así.
Le pago la consulta y, bueno,
cualquier cosa, otro día vengo. Chau.