Los carceleros y los delincuentes,
los asesinos y los mal vivientes,
los dictadores y sus confidentes
y los depravados más dementes.
Los inmorales y los insolentes,
los indeseables y los indecentes,
los traficantes de estupefacientes,
los antropófagos más eminentes.
Los opresores de la gente decente,
los usureros y todos sus parientes,
los chantajistas más intransigentes,
los inquisidores con sus detergentes.
Los chupa sangres y los miserables,
los torturadores y los sobornables,
los asaltantes con sus impermeables,
los degenerados más memorables.
Los impostores y otros muchos crápulas,
los camanduleros junto a sus camándulas,
los demagogos con sus caras trágicas,
los hombres lobo y los condes Dráculas.
Los que liquidan al inocente,
los especímenes más deprimentes,
se fabrican como usted
empezando con un bebé.